Charlotte Corday

Tal día como hoy, en 1768, nacía Charlotte Corday, personaje de la Revolución Francesa, seguidora del Partido de los Girondinos y famosa por haber asesinado a Jean-Paul Marat.

Con la muerte de su madre, su padre se vio obligado a meter a sus cinco hijos en un monasterio.

Desde pequeña tuvo curiosidad intelectual y leía  a Montesquieu y Rousseau, entre otros. Admiraba a los filósofos, abriéndose a sus ideas pero conservando su fe religiosa. 

Tras salir del convento se instaló en casa de su tía. Ya se inclinaba entonces hacia las nuevas ideas. 

Era el tiempo en el que los girondinos luchaban contra los enemigos en la Convención, tiempo en el que el jacobino Jean-Paul Marat triunfaba en París. 

Éste, se convirtió para sus ojos en un símbolo de injusticia y mentira.

Le hizo llegar una carta:

"Vengo de Caen. Su amor por la patria me hace suponer que debe conocer bien los desafortunados acontecimientos de esta parte de la República. Me presentaré en su casa dentro de una hora. Tenga la bondad de recibirme y de concederme unos momentos para entrevistarnos. Les mostraré la posibilidad de prestar un gran servicio a Francia".

Al no poder presentarse ante él, le envió una segunda: 

"Le he escrito esta mañana, Marat. ¿Ha recibido mi carta? No puedo creerlo, se me niega su puerta. Espero que mañana me conceda una entrevista. Se lo repito, vengo de Caen. Tengo que revelarle los secretos más importantes para el bienestar de la República. Además, se me persigue por causa de libertad. Soy desafortunada. Basta con lo que sea con tener el derecho a su patriotismo".

Sin esperar respuesta, esa misma tarde Charlotte acudió a su encuentro. 

Fue detenida.

Murió en la gillotina el 17 de julio de 1793. En el momento en que la cabeza cayó, el ayudante del verdugo, la agarró del cabello y la abofeteó. 

Entre sus cosas se encontró una hoja de papel doblada en ocho partes: 

"Dirigido a los franceses amigos de las leyes y de la paz.

¿Hasta cuándo, oh malditos franceses, os deleitaréis en los problemas y las divisiones? Ya bastante y durante mucho tiempo los facciosos y bribones han puesto su propia ambición en el lugar del interés general; ¿por qué, víctimas de su furor, os habéis destruido a vosotros mismos, para establecer el deseo de su tiranía sobre las ruinas de Francia?

«Las facciones estallan por todas partes, la Montaña triunfa por el crimen y la opresión, algunos monstruos regados con nuestra sangre conducen estas detestables conspiraciones... ¡Trabajamos en nuestra propia perdición con más celo y energía que el que hemos empeñado jamás para conquistar la libertad! ¡Oh franceses, un poco más de tiempo, y no quedará de vosotros más que el recuerdo de vuestra existencia!»".