HISTORIAS REALES

                                                BRUNA


Cada vez que la oyes hablar con alguno de sus hijos, Bruna recuerda la edad que tiene.


No os vayáis a pensar que es una anciana...tiene sesenta y una primaveras.


Nació en Santiago, tierra de  estudiantes internacionales. Ella no estudió, otra época...otras necesidades.


Muy joven, conoció al que es hoy su marido.


Nunca trabajó. No, nunca. No fue una de tantas mujeres que se dejaron el lomo en el campo, ni de esas que limpió casas, ni de las que cogió un libro para formarse, ni de las que fue casa por casa pidiendo empleo.


Se volcó en su familia y en sus hijos, lo cual, por otra parte, pienso que debería ser reconocido como empleo de todas todas...


A veces, se le notan las espinas cuando habla. Bruna nunca ha sentido la libertad que te produce tener un empleo...siempre ha dependido de alguien, primero sus padres, después su marido...


Nunca es tarde para cumplir sueños o para trabajar si aún se está en edad para ello, si se tiene la capacidad. No dejéis que a vosotras os pueda la vaguería o los comentarios de vuestros hijos diciéndoos que ya no tenéis edad para ello.


¿Cuántas personas mayores de sesenta han sacado una carrera? Muchas

¿Cuántas han decidido que el tiempo es para mucho más que para estar con la familia? Muchas. Sí, la familia, por supuesto, es importante...pero ¿a caso tú no lo eres?, ¿dónde quedas tú, tu cuerpo, tu ser, tu mente?


Pienso que jamás debemos dejar de mimarnos y de cultivarnos, independientemente de la edad que se tenga.


¿Sabéis lo maravilloso que es vivir? No lo desaprovechéis.


Si la vida os ha llevado por un camino por "x" circunstancia, darle la vuelta si os apetece. No os olvidéis de estar vivas, nunca.

 

                                                                                


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