HISTORIAS REALES

                                        CARLOTA

La historia de Carlota podría ser una historia como la de cualquiera... pero no lo es, esta es la suya.

Carlota trabajó en el campo desde muy pequeña. Se partió el lomo uno y otro día mientras las gotas de sudor corrían por su piel. 

Cuando volvía a casa la esperaba una familia humilde, de las de antes. 

Un plato en la mesa no solía faltar pero la mayoría de las veces era compartido entre cuatro. Tenía una hermana pequeña.

Sus padres, trabajadores, los que más. 

El escenario, un pueblo donde todos son familia. 

¿Necesitas sal? al vecino, ¿un consejo? al vecino, ¿que te echen un vistazo a la niña mientras vas a por el pan? al vecino.

Carlota era una niña risueña y tímida. No le gustaba el colegio.

Correteaba por las calles en sus ratos libres para no olvidar que era una niña y, un día, se despertó siendo ya mujer. 

La sonrisa ya no era como la de antes.

Sus padres crecieron también.

Su hermana ya no se chupaba el dedo.

Ella, toda una mujer. 

Se casó con el chico que siempre la pretendió. Tuvo hijos.

Su vida cambió de un plumazo sin darse cuenta...

La sonrisa se borró.

Hace años que dejó de ser Carlota, hace años que ni ella se reconoce en el espejo.

Toda la vida trabajando y se olvidó de lo más importante, quererse y respetarse.

Permitió tantas cosas...que ahora es incapaz de ser feliz y de ver luz donde todo sigue siendo oscuridad. 

¿Tú sonríes cada día? Es importantísimo hacerlo, no lo olvides. No te olvides de ti misma.