HISTORIAS REALES

                                         ROCÍO

Nació en tierras donde el cochinillo se parte con el plato, donde las quedadas se hacen al lado de una loba o junto una fila de piedras pesadas. Esa ciudad donde hay un palacio de cuento por cuya ventana, cuentan, un niño se tiró hace años. Esa ciudad repleta de turistas. Una ciudad tranquila. Orgullosa estaba de ella.

Estudió para dedicarse a la docencia. 

Desde muy joven dio clases particulares en su casa. Bueno, en la casa de sus padres. Es profesora de matemáticas y nadie cómo ella sabe explicar un problema de física. 

Rocío vivía, vive, en la casa de sus padres.

Hace un tiempo que comenzó también a trabajar en una academia pero el sueño de ser maestra en un colegio o instituto cada vez lo veía más lejano. 

De todos modos, es feliz así. 

Cuida de su sobrino, de su familia, incluso de sus amig@s. Hace bien, ¿verdad? A los amigos y a las amigas también hay que cuidarles. Son oro. 

Ha tenido novios pero ninguno ha conseguido que se salga de las faldas de su madre, de esas cuatro paredes que le vieron crecer.

Hoy, tiene más de cincuenta. Sigue viviendo con sus padres porque ella lo eligió. 

¿Para qué irse  a un piso si allí era feliz?

La familia...¡qué necesario es tenerla cerca!

¿A vosotras os pasa?, ¿Os pasa que el tiempo ha ido tan rápido que ya os habéis acostumbrado brado y pensáis que sería una tontería independizaros? ¿Os pasa que os cueste desprenderos de los brazos de vuestros padres, del calor de la casa familiar? Dicen que no hay nada como volver a la casa de uno/a...dormir en la cama, desayunar, sentarte en el sofá,...

¿Qué será que tanto recnforta estar en casa de tus padres, de tus familia? 

                                                                                                                      Rocío