Todas las cosas que te diré mañana

¿Se puede ser fiel a uno mismo cuando lo que está en juego es el amor?

Me encanta cómo escribe esta mujer. Ya me ha sorprendido en otras historias, como la de Valeria, pero la tejida entre Miranda y Tristán ha sido maravillosa.No me quería ir del libro, quería quedarme allí averiguando cómo continuaba esa historia tan bonita entre dos personas enamoradas que se respetan también a ellas mismas. Y es que , a veces, pasa eso, que nos sumergimos en una relación olvidándonos de nuestros propios sueños. ¿Qué hay que hacer, apostar y sacrificarse para que la relación siga o no dejar de quererse, ni al otro ni a uno mismo, y apostar por lo que a cada uno le mueve por dentro?

Porque el amor es muy bonito pero no hay amor si no te quieres a ti mismo e intentas ser quien quieres ser.

Miranda y Tristán terminan su relación amándose muchísimo y ella, rota en mil pedazos, revive una y otra vez todos los momentos que vivieron para tratar de cambiar el desenlace. Para no perderlo, sería capaz de todo. 

Miranda y Tristán son una pareja de esas que se ríen juntos, se apoyan y tienen un sexo envidiable. Todo es perfecto...¿o no?